El perfume ha vivido por muchas civilizaciones, desde hace miles de años, y desde entonces, la literatura también se ha hecho eco de algo tan sigiloso (no lo podemos tocar ni ver) pero presente en nuestras vidas.
Al igual que el cine, el perfume convive con nosotros en muchas formas. Quién no recuerda a la gran embajadora del perfume, Marilyn Monroe, que descubrió al mundo que su secreto para dormir era hacerlo solo con unas gotas de un preciado perfume.
La literatura no podía ser menos, y el mejor ejemplo, el que a todos se nos viene a la cabeza es “El Perfume” de Patrick Süskind.
Quien lo ha leído sabe que la literatura es una herramienta perfecta para describir y evocar olores, perfumes y despertar aquellos olfatos más oxidados.
Con el ejemplo de “El Perfume” es fácil relacionar perfume y literatura, pero hay otras obras que tienen un perfume u olor particular: dicen que las novelas de Sherlock Holmes huelen a tabaco de pipa, “Moby Dick” o “La isla del tesoro” a suave brisa de mar, “El amor en los tiempos del cólera” tiene el aroma a almendras amargas, o las obras de Bukowsky huelen a whisky…
En la poesía, también encontramos ejemplos del perfume como fuente de inspiración. Antonio Correia D’Oliveira nos describe qué es el perfume:
” ¿Qué soy? Los hombres dicen
lo que soy, una sombra de la luz
que se evade, libertad en cautiverio,
sueño de verdad y vida, recuerdo y
nostalgia. “
Pero no todo perfume relacionado con la literatura acaba aquí. También está el maravilloso olor de los libros nuevos. Quizá haya alguien al que no le guste pero tiene un olor muy agradable, como a nuevo. Y es curioso porque es una mezcla de pegamento, agentes químicos blanqueantes y de tinta de imprenta.
Otro tipo de olor es el que desprenden los libros viejos, muy característico si tienes alguno a mano, mezcla del paso del tiempo y la descomposición de los materiales que lo forman, liberando un olor muy parecido a la vainilla.
Ahora ya sabes que la literatura y el perfume van de la mano en muchas ocasiones. Para los que no puedes vivir sin perfume, ¿ya descubriste nuestra amplia variedad?