¿En qué consiste el multimasking? 

El multimasking consiste en aplicar diferentes mascarillas a la vez en distintas zonas del rostro. El objetivo principal de esta aplicación múltiple es tratar de forma específica cada zona ya que, cada parte del rostro, tiene necesidades diferentes. 

La tendencia del multimasking viene de Corea del Sur, país famoso por implantar nuevos tratamientos de belleza. Esta técnica tiene múltiples beneficios y ventajas para la piel. Ahorrarás tiempo en tu tratamiento y darás a cada zona lo que necesita para que tu piel luzca unificada gracias un cuidado mucho más completo y personalizado. 

¿Cómo hacerlo? 

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la piel del rostro no es igual en todas sus zonas. Hay zonas más grasas y otras más secas o sensibles, ¿sabrías identificarlas? 

La piel del rostro no es igual en todas sus zonas y por eso el multimasking te aporta tantos beneficios.

En la mayoría de pieles, la zona T (barbilla, nariz y zona inferior de la frente) es más grasa y suele tener brillos y puntos negros. 

Por otro lado, las zonas más secas suelen estar en las mejillas y la parte superior de la frente. El contorno de ojos es la parte más delicada y hay que cuidarla también cuando aplicamos una mascarilla.  

Recuerda, solo tú conoces mejor tu piel mejor que nadie, así que localiza bien las zonas y analiza qué necesita cada una de ellas. Apuesta por personalizar tu tratamiento de belleza y adecuarlo para ti. 

Multimasking paso a paso 

1. Limpia tu piel y retira los restos de maquillaje y suciedad. Con el agua micelar 5 en 1 te asegurarás de que las mascarillas penetren bien en el rostro y el tratamiento del multimasking sea más efectivo. 

2. Protege las zonas más delicadas del rostro. Cuida tus labios y contorno de ojos mientras haces el tratamiento. Aprovecha este momento de mimos para exfoliar tus labios correctamente. Utiliza contorno de ojos y aplica exfoliante labial bálsamo en tus labios.  

3. Aplica con una brocha las distintas mascarillas en cada parte del rostro:

Gracias al multimasking ahora es posible tratar cada zona de tu rostro de forma específica con tus mascarillas favoritas.

Empieza con una limpiadora o purificante en las zonas grasas del rostro (zona T). Es perfecto porque atrae la suciedad de los poros, reduce brillos y exceso de grasa. ¿La ideal? La Detox Mask, de arcilla y con extracto de té verde. Elimina impurezas para que tu piel se vea más matificada. Gracias a sus propiedades absorbentes, la mascarilla dejará tu piel libre de poros.  Si lo que quieres es relajar tu piel o alisarla, también puedes usar la Relax Mask, con sal marina.  

Aplica una mascarilla hidratante, iluminadora o revitalizante para las zonas más secas, las mejillas y parte superior de la frente. La mascarilla Rescue Mask es de arcilla natural y está enriquecida con manteca de karité y hoja de uva, perfecta para suavizar tu piel. Si tu rostro además se ve cansado o has pasado mala noche, aplica la mascarilla Glow Mask en las zonas que se vean más apagadas, ¡haz que brillen de nuevo!  

4. Déjalas actuar durante 10 minutos. En ese tiempo, notarás que las mascarillas comienzan a secarse, quedando de un tono más claro. Si quieres mantenerla más tiempo, puedes aplicar agua de avena en espray para reavivar la mezcla de arcilla.

5. ¡Hazte una fotaza! Los secretos de belleza es mejor compartirlos, por eso, hacerse un selfie puede hacer que tus amigos se animen a poner buena cara al otoño. 

Introducir el multimasking en tu rutina de belleza 

El uso de mascarillas en el rostro es una parte importante del cuidado del rostro. Realizar multimasking una o varias veces a la semana después de limpiar muy bien tu piel te ayudará a mejorar su elasticidad, a unificarla y a tener siempre buena cara. Recuerda limpiar, hidratar y proteger tu piel del sol cada día durante todo el año, ¡notarás los efectos rápidamente!