Las fragancias amaderadas son una familia olfativa que está compuesta por los aromas más profundos del bosque. Los aromas se extraen de las maderas de los árboles como el cedro, el guayacán, el sándalo o el abedul. También se incluyen las esencias del musgo de distintos árboles, dentro de esta familia.
Características de las fragancias amaderadas
En la antigüedad, las fragancias amaderadas se utilizaban para aromatizar las ceremonias religiosas o para ungüentos o fragancias perfumadas.
Este tipo de perfumes tienen unos aromas muy característicos y muy diferenciados entre sí, ya que las maderas varían radicalmente de un árbol a otro, por sus características, su localización o el clima en el que se desarrollan, entre otros muchos motivos.
Podemos encontrar aromas amaderados que provienen del sándalo y por ello tienen un toque cremoso y lechoso, dándole un aroma acogedor y muy suave. También los hay con una nota de pino o de abeto y que nos llevan a recordar los aromas del invierno.
Pero dentro de todas las notas, hay que destacar dos que no son madera propiamente: el vetiver y el pachulí. El vetiver es una hierba de raíces y el pachulí es la hoja de un arbusto de origen oriental. Aún así, tienen un perfil amaderado y por eso están dentro de esta clasificación.
Para hombre (y también para mujer)
Los perfumes amaderados se conciben para hombre, pero hay algunas mujeres que también se dejan seducir por sus fragancias. En el caso de los hombres se asocian estos aromas a la robustez de los arboles y por tanto a la masculinidad.
Y en el caso de las mujeres, algunos toques aparecen como notas secundarias por las cualidades aromáticas tan flexibles que tienen. De hecho, en prácticamente todas los perfumes que encontramos hay alguna nota de madera.
Nuestros perfumes amaderados
Tenemos varios perfumes amaderados entre nuestras fragancias, aquí te destacamos algunos:
Una fragancia unisex basada en el preciado Oud, el oro negro de la perfumería. El complejo aroma de esta nota se rodea de especias como el clavo, el comino y el azafrán que refuerzan su carácter oriental. En el corazón, el Oud se suaviza con la rosa y el ládano, mientras que el fondo, toma una faceta más amaderada junto con el cuero y el ámbar gris.
Es una fragancia de hombre, fácil de llevar, fresca y bastante clásica. Un amaderado con notas herbáceas de lavanda y romero, un corazón floral de geranio y jazmín y un fondo amaderado con musgo de roble, cedro y sándalo.
Una fragancia amaderada de hombre, ideal para la noche. Combina energía y suavidad para ver el mundo de manera diferente y adoptar nuevos puntos de vista. Un amaderado aromático con un toque picante, la combinación de lavanda y violeta y un rico fondo de maderas.