Cine y perfume siempre es una buena combinación. Hoy os hablamos de perfumes de película y algunas escenas míticas en las que el perfume es el protagonista. Luces, cámara… ¡Acción!
El Perfume: historia de un asesino
La película que nos viene a todos a la cabeza cuando hablamos de cine y perfume. Basada en la novela de Patrick Süskind, cuenta la historia de un joven con un olfato extraordinario y una perversa obsesión: capturar la esencia de las mujeres. Como dato curioso, a pesar de ser una película alemana, muchas de sus escenas fueron rodadas en Barcelona y Girona.
Amélie
Una deliciosa historia de una chica ingenua que lo que quiere en su vida es hacer felices a los demás. ¿Cómo descubre esta misión vital? Una tarde de agosto se está echando perfume en su pequeño piso de Montmatre cuando se le cae el tapón del frasco de perfume. Este va rodando hasta chocar con un azulejo tras el que se esconde un pequeño tesoro: una cajita con juguetes, postales y recuerdos de un niño que vivió ahí mismo décadas atrás. Y Amélie se propone buscar a ese niño, ya adulto, y darle una pequeña alegría. ¡Cuánta felicidad puede traer un frasco de perfume!
El silencio de los corderos
El perfume es el protagonista de una de sus más célebres escenas. Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), uno de los asesinos más temidos de la historia del cine, es capaz de reconocer el perfume de la joven agente del FBI Clarice Starling (Jodie Foster)… a pesar de que ese día no lo lleva.
Es decir, Clarice llevaba un buen perfume con una fragancia duradera. ¡Como los perfumes Equivalenza!
Lo que el viento se llevó
Hay una escena en la que Escarlata O’Hara (que apenas es una adolescente) ha bebido y quiere disimularlo ante el galán Rhett Butler. Y no se le ocurre otra cosa que echarse perfume en la boca. ¡Muy mala idea! Le sienta fatal y además Rhett la descubre de todas formas.
Ya veis que el perfume forma parte del glamour del cine. ¿Buscas un perfume digno de las mejores películas? ¡Encuéntralo en Perfumes Equivalenza!