Relájate en un hammam de Marruecos

Si hace poco te presentábamos los dos nuevos aromas de Oh! My Holidays: Miami Pink Flamimgo y Polynesian Experience, hoy te traemos Moroccan Hammam, una nueva esencia que te encantará y, sobre todo, te relajará

¿Has tenido alguna vez el placer de estar en un Hammam en Marruecos? Hay pocos lugares más relajantes en este mundo. Un espacio donde realizar tu ritual de belleza y cuidarte al máximo. El hammam, también llamado baño turco, ha sido siempre un espacio donde limpiarse, pero sobre todo también para realizar un ritual de belleza.

El circuito del Hammam, que sigue la tradición romana, se compone de una primera sala templada, donde aire caliente te va relajando a modo de sauna, posteriormente se pasa a una sala aún más caliente para bañarse en una piscina fría. Después se realiza un lavado completo del cuerpo con un masaje y se pasa a una última sala de enfriamiento para acabar de relajarte.

Como veis, un ritual de belleza completo que trata tu piel al mismo tiempo que tu mente. Con esta filosofía hemos creado el nuevo aroma de nuestra línea Oh! My Holidays, para que descubras el sensual y relajante ritual del Hammam, para que vivas una experiencia relajante sin salir de casa.

Su fragancia oriental y envolvente acariciará tu piel. Contiene notas de salida de lavanda y hierbabuena, con un corazón especiado de Anís, Nuez Moscada y un fondo relajante de madera, vainilla y sándalo.

Nuestra fórmula contiene como principio activo el preciado aceite de argán, muy característico de la cosmética marroquí y actualmente uno de los ingredientes más preciados por sus propiedades beneficiosas para la piel. Combate el envejecimiento, reafirma, suaviza, restaura y aporta mucha flexibilidad a la piel.

La línea consta de:

Gel de baño perfumado PH Neutro con una fórmula enriquecida con aceite de argán y aloe vera.
Loción corporal perfumada enriquecida de aceite de argán, manteca de karité y aceite de albaricoque.
Crema de manos perfumada con una fórmula enriquecida de manteca de karité, centella asiática y aceite de almendras dulces.

¿Empezamos a viajar?