Nuestro olfato es mucho más sensible de lo que pensamos, podemos distinguir casi un billón de aromas diferentes. Pero las personas que ejercitan este sentido, como los perfumistas profesionales, pueden detectar aún más aromas ¿Quieres saber cómo?

El secreto es cuidar de tu nariz y utilizarla más a menudo.

La manera de poder percibir más aromas es simple, ejercitar el sentido del olfato dedicando más tiempo a oler. Las personas que son especialmente sensibles a los olores, muchas veces es a causa de haber empezado de pequeños a ejercitar este sentido, no porque posean un poder especial.

Un simple entrenamiento diario de nuestro olfato puede abrirnos las puertas a nuevos olores y experiencias. Además dado que el sentido del olfato está íntimamente relacionado con el gusto, desarrollar la habilidad de disfrutar de los aromas afectará en positivo en la manera que disfrutamos de las experiencias gastronómicas.

Algunos sencillos ejercicios para ejercitar el olfato

En las escuelas de perfumistas, los alumnos desarrollan este sentido a través de ejercicios y técnicas muy sencillas que pueden realizarse fácilmente con cualquier aroma a nuestro alcance, no hace falta que sean olores específicos o aceites esenciales.

Para iniciar el entrenamiento la mejor manera es oler conscientemente cuantas más veces mejor. Empezar por olores de nuestro día a día, como el café, el chocolate, el aceite, etc; nos ayudará a concentrar nuestro sentido del olfato y a desarrollarlo. Parece algo muy simple, pero estos intentos conscientes de “oler” se traducen en un ejercicio intenso entre nuestra nariz y nuestro cerebro. Su uso frecuente fortalecerá las conexiones implicadas en el sentido del olfato.

Agudiza tu sentido del olfato

Una vez percibas que ya hueles los aromas de tu entorno de manera consciente, puedes aumentar tu entrenamiento olfativo. Este ejercicio, además de en la escuela de perfumería, también se practica con personas con anosmia clínica, es decir, la incapacidad de percibir olores.

Selecciona tres tipos de aromas diferenciados y haz el ejercicio de olerlos varias veces al día. Puedes seleccionar una fragancia de cada familia olfativa: una frutal, otra floral y otra de esencia ambarada. Realiza el ejercicio durante una semana y empezarás a notar cambios. Según el neurobiólogo Dr. Alan Hirsch, que utiliza este tratamiento en personas con grave pérdida del olfato, este entrenamiento del cerebro a la hora de diferenciar estos olores puede provocar el desarrollo de los receptores en la nariz y a creación de nuevas conexiones nerviosas. Esto significa que podemos llegar a agudizar nuestro sentido del olfato.

Un olfato de nivel.

Si, además de mejorar tu sentido del olfato, tienes la intención de dedicarte de manera profesional y quieres llegar a un nivel superior, puedes seguir con el entrenamiento. Para ello lo ideal es oler entre 3 y 5 aromas cada mañana, preferiblemente a primera hora, cuando nuestro olfato está más despierto y es más agudo. Puede ser una maravillosa y relajante manera de empezar el día si los aromas escogidos son a jazmín, rosa o madera de cedro; o un día más excitante si empezamos el día con aromas cítricos o especiados.

Si quieres experimentar con aromas, puedes hacerlo directamente con nuestras fragancias. Tapa la numeración del envase para no identificarla previamente y toma una amplia respiración para captar su olor. Intenta responder algunas preguntas: ¿Qué aromas llegan primero a tu nariz? ¿Son olores dulces, tostados, verdes…? ¿Qué aroma tiene más cuerpo en el perfume? ¿Cuál perdura después de algunos minutos? Tómate el tiempo suficiente para captar cada detalle. Piensa que las fragancia están creadas mediante la combinación de muchos aromas, cada uno en una medida específica.

Cuando hayas descrito los aromas que has detectado, visita nuestro buscador de perfumes y compara tus conclusiones con la composición de la fragancia ¿Qué tal ha ido? Cuéntanoslo en los comentarios, quizá entre nosotros hay algún experto perfumista.